EXPOSICIÓN OBLIGATORIA 6: Exposiciones temporales del Museo Reina Sofía

No se me ocurre mejor plan una tarde de invierno que ir a uno de los museos de Madrid y dejar al tiempo que pase y te deje huella. Así, una fría tarde de invierno, me encerré en las muchas más que cuatro paredes del Reina Sofía para liberar mi mente.

Allí me encontré con varias exposiciones temporales, pero ya la primera me engatusó. Era “La tared del pintor” del alemán Jörg Immendorff. Tal fue el enamoramiento que de la emoción me puse a sacar fotos y fotos, hasta casi agotar la batería de mi móvil. 





 La exposición de Immendorff recogía su trayectoria artística, por lo que a medida que pasabas las salas, podías ir acompañándolo y evolucionando de su mano. Además de sus primeros bebés regordetes, sus obras iniciales están cargadas de contenido sociopolítico y en muchos de los casos cumplen una función narrativa.









Se puede apreciar cómo, poco a poco, el autor va dándole más y más importancia al color, la forma, la técnica… Creando maravillas visuales y brillantes en cuanto a contenido, como son las siguientes, las cuales están llenas de detalles en los que merece la pena reparar. Me quedé totalmente embobada mirando estos cuadros y analizando su empleo de color; además que tienen detalles de lo curiosos. Lo que me gusto especialmente es cómo resalta los personajes y objetos contorneándolos de amarillo.



















 Hacía el final, se ve que sus obras dejan de tener ese carácter narrativo, y se centran puramente en la estética, acercándose más a la abstracción.









Asimismo, ha creado varias esculturas a lo largo de su carrera. Muchas de ellas son monos, ligeramente antropomorfos, asociando a este animal como su alter ego. Por lo que pude leer, se inspira en el “mono pintor” de la obra del francés Jean-Baptiste-Siméon Chardin, el cual decía que el mono es un imitador que, aunque puede pintar, no es creativo. Mediante sus primates, represento el instinto, el ingenio, la ironía, la introspección… pero también a sus compañeros y antecesores pintores.









Tras bajar de la nube de Immendorf, me dirigí a ver la exposición de Sara Ramo, “lindalocaviejabruja”, y con esta ya sí que me quedé sin batería. Pude sacar dos malas fotos antes de que se apagara. Esta exposición me hizo sentirme muy desconcertada, y aunque el mensaje y temática no tenga nada que ver con Gut Feeling de Eva Fàbregas, me hizo sentirme de un modo similar. En la sala de la proyección de vídeo, pude entender que pretendía demostrar las dificultades a las que se enfrenta una mujer por el mero hecho de ser mujer, y me pareció un modo muy curioso de expresar esa idea.





Tras un largo e intenso paseo por el museo, durante el cual podían haber pasado horas o incluso días, ya que me absorbió de tal manera que perdí completamente la noción del tiempo, me abroché el abrigo, y volví a la realidad de aquella ya noche de invierno en Madrid.

Aclarar que todas las fotografías adjuntas han sido realizadas por mí misma, Ane Etxeberria Sartal.

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